ALTAS CAPACIDADES Y DIFICULTADES DE APRENDIZAJE

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Las dificultades de aprendizaje se definen como una serie de trastornos en la adquisición y uso de las habilidades para comprender el lenguaje, leer, escribir y en el razonamiento. Dentro de las dificultades de aprendizaje podemos diferenciar varios grupos: bajo rendimiento escolar, dificultad específica de aprendizaje, TDA/H, discapacidad intelectual límite y altas capacidades. Según datos del Ministerio de Educación, alrededor del 70% de los alumnos con altas capacidades tiene un rendimiento escolar inferior a lo que se podría esperar y entre un 35% y 50% presenta fracaso escolar.

 

Cuando hablamos de un niño/a con altas capacidades, pensamos en alguien que tiene mucho talento, buena memoria, buen ritmo de aprendizaje, una velocidad de procesamiento rápida, buen dominio del lenguaje comprensivo y expresivo o que es creativo. Además, son perfeccionistas, motivados, autoexigentes y con capacidad de liderazgo. Sin embargo, pueden presentar dificultades para mantener la atención en tareas repetitivas o que no le motivan. A pesar de tener un nivel cognitivo por encima de la media, el bajo rendimiento puede hacer que estas altas capacidades pasen desapercibidas. La adaptación curricular es una forma de dar respuesta a las necesidades específicas de estos niños/as, ya que, al contrario de lo que podamos pensar, no lo saben todo y no siempre van a tener buenas notas. Necesitan que se les guie y estimule para evitar el fracaso escolar.

 

Pueden presentar dificultades a nivel social debido a sus características cognitivas y emocionales. A nivel cognitivo, son hábiles en tareas que requieren abstracción, concentración, relacionar datos, buena capacidad de memoria y aprendizaje, son observadores y tienen varios intereses. En el área social/afectiva, son altruistas, les gusta ayudar, tienen desarrollado el sentido de justicia y facilidad para captar el humor y la ironía o los dobles sentidos. Sin embargo, podemos encontrarnos con niños/as a los que les cuesta mantener la atención en clase, el rendimiento es normal o bajo, aparecen problemas de comportamiento y baja tolerancia a la frustración.

 

Así, es importante realizar una evaluación para conocer sus características personales y de aprendizaje, que delimiten sus capacidades, habilidades y prioridades a la hora de intervenir. La motivación es un factor importante y su capacidad intelectual debe ser estimulada y guiada para que pueda desarrollarse adecuadamente.


Sobre la autora:

Asunción Navajas Santos.

Logopeda. Col/29-1282

Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.

Técnico educación infantil.

Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología

 

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