¿CÓMO PUEDES QUITAR EL CHUPETE A TU HIJO?

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El chupete permite tanto en niños pequeños como más mayores, proporcionar una sensación de tranquilidad y seguridad, además de aportar consuelo a los más pequeños. No obstante, los padres deben hacer un uso moderado y prudente del chupete.

Un uso excesivamente prolongado del chupete, provoca malformación tanto en las encías como el paladar y los dientes, debemos por tanto tener cuidado, ya que estas malformaciones pueden provocar problemas en la articulación del lenguaje.

 

En función de la edad podemos empezar a plantear la retirada del chupete, siendo a partir de los 18 meses cuando podemos empezar ya a reducir su uso, para que a los dos años podamos ya ir utilizándolo solo en determinadas ocasiones, como puede ser para dormir, con idea de que a los tres años lo hayamos retirado por completo.

 

A continuación os damos algunos consejos para llevar a cabo esta tarea:

 

  • Para empezar la retirada del chupete, es importante que haya un buen ambiente familiar y una buena situación emocional, tanto por parte del niño como de los padres, esto quiere decir, que no es conveniente empezar a retirar el chupete cuando por ejemplo haya nacido un hermano, nos estemos mudando, o exista algún cambio importante en la vida del niño.
  • Otra cosa que nos puede ayudar en esta tarea, es procurar que el propio niño participe de forma activa en la retirada del chupete, es decir que se implique en ello. Para ello podemos llevar a cabo con él alguna tarea en la que el propio niño vea que el chupete desaparece, como por ejemplo enviarlo por carta a los reyes magos, dejarlo en la puerta para que lo recoja el camión de la basura etc… En algunas ciudades existe el árbol de los chupetes, que es un árbol donde los niños cuando ya se plantean dejar definitivamente el chupete, lo cuelgan allí junto al de otros niños, representando así un momento en el que ya el niño se hace mayor.
  • Puede ocurrir y es bastante frecuente además, que tras haber retirado el chupete y haber llevado a cabo alguna de las tareas del punto anterior, el niño vuelva de nuevo a pedirlo. En este caso no podemos ceder ni volver atrás. Como medida podemos de nuevo explicarle que el chupete ya no está, e intentar desviar la actividad del niño hacía otra actividad para que se le olvide.

 

Esperamos que estos consejos os sean de utilidad, y sobre todo, la clave está en no desistir, si tenemos paciencia, en pocos días, al niño se le habrá olvidado el chupete y ya no lo pedirá más.

 

 

 

 

Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga, especialista en Psicología Infantil.


Sobre la autora:

Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga General Sanitaria.

Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.

Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).

Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.

Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).

Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.

 

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