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La intervención logopédica no sólo se lleva a cabo con niños/as. En muchos casos, las dificultades no se detectan a tiempo. Para detectar estas dificultades es necesario un equipo multidisciplinar, que evalúe las áreas en las que una persona con dislexia presenta dificultades, como son psicólogo/a, psicopedagogo/a, neuropsicólogo/a, optometrista y logopeda entre otros, ya que si es necesario se llevará a cabo también la exploración por parte del especialista en audición, para descartar problemas de percepción auditiva. A través de esta evaluación obtenemos datos acerca del nivel de desarrollo actual, la causa de las dificultades y cuál es la mejor estrategia para compensarlas.

 

Una persona con dislexia va a presentar dificultades para nombrar letras, realizar rimas, discriminar sonidos, errores en la lectura y en la escritura. No todas las personas con dislexia van a presentar las mismas características o dificultades, por lo que la intervención es específica en cada uno/a. Es el trastorno de aprendizaje más frecuente en la edad escolar. En esta etapa, la dificultad para leer y escribir hace que el niño/a se canse, pierda la atención y rechace este tipo de tareas.

 

Muchos adultos se sienten identificados con estas dificultades y empiezan a comprender posibles problemas que tuvieron en la edad escolar, como fracaso escolar, dificultad para aprender a leer y escribir y que en la edad adulta leen o escriben a un ritmo más lento, cometiendo errores y les cuesta entender lo que leen. Recuerdan mejor las caras que los nombres de las personas, son despistados, no se orientan bien espacial y temporalmente, dificultades para memorizar datos o para acceder a las palabras que quieren decir.

 

La detección de la dislexia en adultos es similar a la de los niños/as, valorando información del desarrollo de la persona y de su etapa escolar. Hay que descartar que estas dificultades no se deban a un déficit cognitivo, sensorial o emocional. El déficit fonológico es característico en los adultos que presentan dislexia. Así, se ayudan de la ortografía para llevar a cabo tareas fonológicas.

Uno de los objetivos principales a la hora de intervenir con un adulto con dislexia, sería los aspectos emocionales, como la seguridad en sí mismo/a. También la precisión y la velocidad en la lectura, la comprensión lectora y el conocimiento sintáctico y gramatical. Este trastorno afecta a muchas personas adultas, ocultando sus verdaderas capacidades y personalidad.

 

Las personas adultas que presentan dislexia, son personas que han sufrido fracaso escolar y que, ya en la edad adulta, esto les sigue afectando a nivel emocional y laboral. Actualmente no existe ninguna prueba específica para detectar la dislexia en adultos, por lo que hay que basarse en la información de su etapa escolar y los aspectos comentados anteriormente. Las dificultades para aprender a leer y a escribir en la infancia son un factor clave para diagnosticar este trastorno en el adulto. Estos errores en lectoescritura se mantienen cuando la persona realiza estudios superiores, aunque se hayan ido compensando en años anteriores.

 

Fdo. Asunción Navajas Santos.


Sobre la autora:

Asunción Navajas Santos.

Logopeda. Col/29-1282

Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.

Técnico educación infantil.

Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología

 

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