¿CÓMO PODEMOS GENERAR ENTORNOS COMPETENTES EN ATENCIÓN TEMPRANA?

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Estimados lectores, hoy os vamos a hablar de cómo podemos generar entornos competentes en Atención Temprana.

 

La AT es el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo, o que tienen el riesgo de padecerlos.

Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar, principalmente: psicólog@, logoped@ y fisioterapeuta.

 

Intervenir en AT no es únicamente estimular al niño, sino favorecer la creación de contextos adecuados donde pueda interactuar en condiciones óptimas. Por ello, la familia es el objetivo prioritario, pero también el contexto físico, la interacción afectiva y las emociones de todas las personas que conviven con el niño, son elementos básicos sobre los que debemos actuar.

Es por ello que los profesionales que atendemos en AT, debemos procurar atender y favorecer que es desarrollo sea adecuado en todos los entornos en los que el niño se mueve, y no solo llevando a cabo una intervención exclusivamente dirigida al niño en un contexto terapéutico.

 

Hoy os vamos a dar una serie de consejos para todos aquellos profesionales y padres que tenéis la enorme y gratificante suerte de trabajar con niños en AT:

 

  1. Definir un modelo de relación entre los profesionales, la familia y las personas que participan en la educación del niñ@: ¿Cómo lo vamos a hacer?, ¿Qué vamos a tener en cuenta?, ¿De que forma?….
  2. Sistematizar la intervención: Contactos frecuentes y periódicos, entre familia, profesionales, entorno escolar etc. Ir reevaluando.
  3.  Incidir en lo positivo: Partir de los logros, reforzar las ideas y conductas de los padres favorecedoras del desarrollo, resaltar los aspectos positivos del entorno familiar, poner el punto de referencia en el propio niño, no en el desarrollo típico, mantener un margen de expectativa positiva.
  4. Colaborar en la toma de decisiones: no adoptar como profesionales una situación de omnipotencia, valorar opiniones de los demás, tanto padres como educadores, abuelos y/o personas que participan en la educación del menor.
  5. Favorecer la comunicación bidireccional: profesional orienta, estructura, interpreta y traduce la información, es un mediador.
  6. Fomentar actitudes de disponibilidad: facilitar coordinación con otros profesional, atender de forma adecuada…
  7. Evaluar continuamente el proceso: logros del niño, estrategias profesionales, relación con la familia, atribuciones, momentos por los que atraviesa la familia etc..
  8. Analizar todos los entornos en los que el niñ@ se mueve e intentar favorecer du correcto desarrollo en ellos. Acompañar a la familia al parque, a casa a la hora de comer, del baño etc. Y junto con ellos valorar que podemos cambiar y que cosas podemos mejorar para que su desarrollo evolutivo en esos contextos se vea favorecido.

 

 

Para finalizar el artículo, os dejo una frase que a mí particularmente me encanta:

 

La terapia de AT es un encuentro entre un equipo de profesionales y una familia, unos saben, están llenos de recursos, tienen un abanico de herramientas, poseen la capacidad de estimular…….los otros…son los profesionales”.

 

 

Fdo. Pilar Muñoz Alarcón.


Sobre la autora:

Pilar Muñoz Alarcón.

Psicóloga General Sanitaria.

Máster Psicología Clínica Infanto/ Juvenil por la AEPC.

Máster sobre intervención ABA en Autismo y otros trastornos del Desarrollo por la BACB (Behavior Analyst Certification Board).

Tutora de prácticum de grado y máster de las facultades de Psicología de Sevilla, UNED y UNIR.

Coordinadora del grupo de Trabajo de Atención Temprana del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental (COPAO).

Directora del Centro de Psicología Infantil ÁBACO.

 

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