HABILIDADES FONOLÓGICAS

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Las habilidades fonológicas son aquellas que nos permiten comprender el habla y las que nos permiten hablar. Los problemas para el aprendizaje de estas habilidades se denominan trastornos fonológicos. Cuando un niño/a o una persona adulta presentan un trastorno fonológico, tienen dificultades para aprender, organizar mentalmente y usar los sonidos de su lengua. Se manifiestan como un ritmo lento de desarrollo de las habilidades fonológicas. En la consulta, nos encontramos con niños/as que no conocen los fonemas ni como se combinan para formas sílabas y palabras. En la mayoría de los casos el motivo de consulta es que no pronuncian bien, por lo que debemos valorar y evaluar el tipo de errores que cometen para saber cuál es el problema de base, por ejemplo, si se trata de un trastorno fonológico, un trastorno del lenguaje o simplemente es un error aislado del habla. Cuando se trata de un trastorno fonológico, suelen verse afectados tres hitos del desarrollo, que son la emisión de las primeras palabras, la capacidad de repetir frases aunque no las comprendan y la consecución de la inteligibilidad, es decir, pronunciar los fonemas correctamente.

 

Las habilidades fonológicas se desarrollan a lo largo de cuatro periodos. La primera fase se corresponde con la etapa prelingüística, en la que aún no emiten palabras. Si el desarrollo es normal, en esta etapa aparece el balbuceo y discrimina los sonidos de su lengua de otros sonidos. La segunda fase o etapa comienza cuando dicen sus primeras palabras, entre los 6 meses y el año. Utilizan sólo algunos fonemas, como /p/, /m/, /t/ o /k/. Cuando combinan las palabras para formar frases, comienza la tercera etapa, que se prolonga entre los 18 o los 24 meses y los 4 años. Es la etapa donde se realizan mayores avances lingüísticos. A los 2 años o 2 años y seis meses pueden repetir una frase sencilla, su vocabulario aumenta rápidamente y podemos entender sin dificultad lo que nos dice un niño/a de tres años.

En esta tercera etapa, podemos observar procesos de simplificación del habla, que van a desaparecer progresivamente, ya que son parte del desarrollo evolutivo. El niño/a va a reducir la forma de la palabra adulta para poder utilizarla. Aunque al principio no las pronuncie correctamente, poco a poco va a ir mejorando su producción.

La cuarta etapa, de los 4 a los 6 años, es la etapa de cierre fonológico. Cuando el niño/a llega a esta etapa, identifica y reproduce cualquier secuencia de fonemas de su lengua, aunque aún podemos observar algunos errores de simplificación del habla en segmentos más complicados.

 

Los niños/as que presentan un trastorno fonológico, van a presentar errores de simplificación del habla, los que comentamos en la tercera etapa, durante más tiempo que los niños/as que no presenten este trastorno, llegando a pronunciar correctamente hacia los 5 años o 5 años y 6 meses. A los 6 años se produce lo que se denomina como ¨recuperación ilusoria¨. Aparentemente alcanzan la normalidad en los procesos más sencillos del lenguaje cuando llegan a esta edad. Sin embargo, existe un retraso en los procesos más complejos y en la escritura.

 

Cuando intervenimos con un niño/a con trastorno fonológico o retraso en su lenguaje y dice sus primeras palabras, es un signo importante de que empieza a desarrollar el habla a nivel comprensivo y expresivo. Será muy positivo si es capaz de repetir enunciados, ya que nos va a indicar que progresa adecuadamente hacia la comunicación verbal y la automatización del procesamiento del habla. Nuestro objetivo final como logopedas es conseguir la inteligibilidad del habla y un correcto desarrollo de la conciencia fonológica. Si sabemos cómo se desarrolla cada etapa, podemos diseñar objetivos específicos para intervenir en cada una de ellas. Como siempre decimos, la familia es un participante activo en la intervención, por lo que también deben saber qué hacer en cada momento.

 

Cuando el niño/a es mayor de 12 meses y no emiten ninguna palabra, nos centramos en reforzar la comunicación, aspectos cognitivos necesarios para el desarrollo del lenguaje como mantener la atención, ser capaz de imitar y el juego simbólico. Los objetivos de intervención en el desarrollo fonológico se trabajan en esta etapa de forma general: estimular la audición, la percepción de la voz y la prosodia, la comprensión de palabras y estimular el balbuceo.

En la segunda fase, el objetivo es que los niños/as usen las palabras. Para ello deben aprender algunos fonemas, que suelen ser /m/, /p/, /t/, /a/, /i/, /u/. Así, prevenimos que posteriormente aparezcan dificultades en aspectos semánticos y gramaticales.

 

A medida que amplían su vocabulario, también es necesario que desarrollen nuevas habilidades fonológicas. Las producciones de estos niños/as suelen ser incomprensibles, ya que repiten muy pocas sílabas y somos incapaces de entender lo que nos dicen. Enseñar un nuevo fonema aumenta las posibilidades de pronunciar nuevas sílabas y palabras.

 

En la etapa de los procesos de simplificación del habla, los niños/as se comunican de forma oral y el objetivo es que su habla sea inteligible. Hasta este momento eran entendidos por su entorno más cercano. Sin embargo, ahora debe desenvolverse en el entorno escolar y se amplía su círculo social. Ahora aprenden nuevas palabras para aprender nuevos fonemas. Cuando aprenden palabras nuevas con nuevos rasgos fonológicos, aprenden nuevas habilidades que más tarde generalizan. Por ejemplo, si aprenden a pronunciar correctamente el sonido /f/ en un número reducido de palabras, adquiere este fonema y lo incorpora a su sistema fonológico.

 

Cuando el niño/a llega a la etapa de cierre de las habilidades fonológicas, han desarrollado casi todas las habilidades, aunque aún pueden aparecer algunas en las sílabas y palabras más difíciles.

Los niños/as con trastorno fonológico son una población de riesgo para las dificultades de aprendizaje, por lo que deben desarrollar una correcta conciencia fonológica antes de comenzar con el aprendizaje de la lectura y la escritura.


Sobre la autora:

Asunción Navajas Santos.

Logopeda. Col/29-1282

Máster ABA. Análisis aplicado de la conducta en autismo y otros trastornos del desarrollo.

Técnico educación infantil.

Actualmente cursando el Máster de Neuropsicología

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